En el acto por el Día de la Medicina Latinoamericana y del trabajador de la salud, que en el día de ayer se efectuara en nuestra Clínica Central Cira García, se homenajeó al Dr. René Roberto Rubinos Ruiz, quien luego de más de 50 años en el sector de la salud, 25 de ellos laborando en nuestra Clínica, se acoge a la jubilación. Con la profunda admiración que sentimos hacia tan encumbrado especialista, les compartimos el presente: No es fácil resumir en síntesis curricular la obra del Dr. René Roberto Rubinos Ruiz. Son más de 50 años de labor intensa en la salud, exactamente 52 si contamos los que aún siendo estudiante ejerció como instructor de Anatomía en la Escuela de Medicina de la Universidad de La Habana. Graduado de Doctor en Medicina en diciembre de 1972, Rubinos comenzó una fértil carrera profesional y en la siguiente década ya ostentaba el II grado de la especialidad de Ortopedia y Traumatología. No solo se destaca su membresía en la Sociedad Científica de su especialidad, sino que es miembro de honor de la Sociedad Cubana de Neurología y Neurocirugía, además de pertenecer a otras como la de Administración de Salud, y hasta la Sociedad Internacional de Ortopedia y Traumatología (SICOT). Su participación como ponente o invitado en más de un centenar de cónclaves nacionales e internacionales, ha contribuido  a que su experiencia haya  trascendido nuestras fronteras: Estados Unidos, México, Francia, España, Italia, Alemania, Argentina, Bulgaria, Colombia, Ecuador, Costa Rica, Jamaica, Bahamas, Nicaragua, Rusia, entre otros, han sido escenarios de este prestigioso profesor. Y si de su tránsito por instituciones fuésemos a hablar, hospitales como el “Frank País” y el “Hermanos Ameijeiras” lo tuvieron dentro de su staff , además de haber laborado en lugares tan distantes de nuestra geografía como las repúblicas de Tanzania y Yemen. No obstante, un  capítulo aparte constituye su incursión hace más de tres décadas en la cirugía espinal, de la cual podemos aseverar con gran orgullo es uno de los mayores impulsores en nuestro país. No se conformó con que especialistas de casi todas las provincias de Cuba llegaran a La Habana a participar en los cursos que en esta Clínica él rectoreó por años, sino que ha ido personalmente a casi todas a poner en práctica sus conocimientos, asumiendo complejas cirugías de columna en Santiago de Cuba, Las Tunas, Sancti Spíritus, Pinar del Río, Cienfuegos, etc.; sin contar que en La Habana ha colaborado en este campo con instituciones como el Instituto de Neurología y Neurocirugía, los hospitales pediátricos “William Soler” y “Juan M. Márquez” y el Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas CIMEQ, entre otros. Pero eso sí: esta Figura es difícil. Fuerte y recto de carácter, como quien sabe lo que él sabe puede serlo, a veces frena cualquier atisbo de espontaneidad. Solo yo sé cuánto me ha costado compilar y elaborar estas líneas, pues me ponía a pensar en qué pensaría a su vez él de lo que yo le estaba escribiendo; luego, cuando acercaba a mi Rubinos, ese que he conocido y he aprendido a querer a pesar de sus regaños, ¡son tantas las anécdotas de su genialidad que me vienen a la mente..! El final es la parte más difícil, decirle que si los que no somos de su mundo de ciencia aprendimos tanto de él, ¡cuánto no lo van a extrañar todos sus discípulos! Muchas gracias, Maestro.

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